Vistas de página en total

miércoles, 27 de junio de 2018

La Casa Obea



La vimos un día pasando con el coche por delante, pero había demasiada gente en los alrededores, asi que la fijamos como futura visita. Y esa visita llegó y con ella las fotos y la historia recabada gracias a gente del pueblo.

Lleva muchos años abandonada, cosa que no entendemos por qué, nos explicamos, la dueña vive a 40 m, vamos es decir en el edificio que colinda con la finca de la casa. Ahora que como veréis está más que reventada, no por la mano del desaprensivo si no por la naturaleza, va a arreglarla, comentan que ya está empezando a quitar zarzas, pues está todo bien salvaje, ah! debe ser mentalmente que está quitándolas.

Los últimos inquilinos fueron los padres de la actual dueña, y alguno debía estar impedido por lo que nos dio el gran susto al final del pasillo, una silla de ruedas.

La casa en sus buenos tiempos debía de ser acogedora y es grande, hoy en día también merece la pena pero anda que no queda curro, para acondicionarla de nuevo.

Bueno empecemos y ya me diréis si entendéis algo.

La fachada principal





Vamos mirando una posible entrada y aprovechamos a sacar alguna foto por las ventanas. 

Aquí la típica cocina bilbaína de leña, de las casas gallegas.


La ventana con su incansable trabajadora, la araña.



Seguimos mirando por donde entrar, sobre todo Nefertari, se las sabe todas, la tía.



Jejeje, hurra por Nefer estamos dentro.



El primero que nos saluda nada más entrar. 



Dice que montemos que nos enseña la casa. Y como somos muy obedientes allá que vamos. UUUPPS, empezamos el recorrido.

Nos enseña su cocina, comenta que está hecha polvo, mucha porquería y cualquier día se le cae todo el techo encima.




Venga acabar con tanta foto, que estoy encendido, vamos que os enseño otra habitación con una cocina de gas, ojo! Ahí no entréis está todo manga por hombro.



No os olvidéis del baúl.



Anda que no va rápido el colega, ya nos lleva a otra habitación, 

- Fijaos, mirar que mesilla más antigua tengo-




Aun sigo mirando el cuadro


Estos azulejos los transporté el otro día, pero estoy un poco abandonado y no me apetece currar.



Nosotras le comentamos que es una pena que tenga asi la casa con lo bonita que es



Se enfada todo, vuelve arrancar y nos lleva por el pasillo



Nos señala al fondo pero nosotras nos quedamos antes con otro detalle sin sentido.

Una puerta con su aldaba que no lleva a ningún sitio, pero esta incrustada en la pared, es la puerta derecha de la foto anterior


Vaya si nos fijamos en ella, que yuyu daba verla entre las penumbras de los minifaros



Se me acabó la pintura por eso tengo las paredes de colorines, y la silla porque como soy vago me canso y asi ya la tengo al lado



-Mira Nefer, el colega éste va muy rápido y casi no me deja hacer fotos.

-Ya te digo, tía. Cuidado! agarra la cámara, ¿oiga, no puede ir más despacio?

- Me estoy cansando un poco de vosotras dos, callaos y admirar mi chinero y mi mesa de comedor.

-Vale, vale, decimos al unísono las dos.





S -Venga ya tío, mucho admirad, observar, pero no me dejas quedarme bien con los detalles, para sacar las fotos.

N -Ya te vale tía ahora sí, que lo has mosqueado.

Estoy cansado de tanta foto, estáis destapando mis vergüenzas. Fuera de mi casa!

Asi que sacamos tres fotos más y nos echó.





No nos llevó a la parte de arriba de la casa, paro tampoco queríamos estaban demasiado chungos los techo como para ello


Y nosotras nos fuimos, pero con sus vergüenzas en nuestra cámara y más que satisfechas con el paseo que nos dio, pero aunque fue amable, el coche, se mostro un poco borde, al ver nuestra cámara, pero de todas formas, gracias.





Realizado 3 marzo 2012


No hay comentarios:

Publicar un comentario