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jueves, 9 de febrero de 2017

Villa Isabel: La Pretenciosa



La llamamos así porque cuando la encontramos leímos en su fachada, Villa Isabel, y dijimos por la fachada que pretenciosa, porque entendemos que después de lo visto por ahí adelante no se correspondía, con una Villa, únicamente el entorno, es una finca bastante grande.
Rodearla era misión imposible, pero mirándola bien con toda esa vegetación consiguí entrar, no sin antes arañarme por todos lados. Nefer, quedó de vigilanta un poco apartada, ya que estaban tocando a misa y ella quedaba un poquito antes de la iglesia.
La puerta de entrada a la finca


Buscando una posible entrada, vimos estas escaleras llenas de zarzas, una vez dentro supimos que daban a las habitaciones, imposible acceder


Otra vez el costado izquierdo para ver las parras


Frontal – entrada, aquí fijándonos muy bien vimos una escaleritas y vualá, entre toda esa vegetación la puerta abierta, la pobre consiguió entrar a pelo, no llevábamos ni un triste palo.

Ya está, dentro

Del salón, me llamó la atención que estando las ventanas cerradas, hubieran entrado las hiedras, se están comiendo la casa por dentro

Aquí no les hacían falta plantas caseras

La lámpara esta molona

La salita, en casi todos los abandonos hay una silla en el medio de la habitación y palabra que no toco nada



En medio del mini-pasillo dirección baño 

El baño es pequeño, pero aun tiene el papel higiénico era lo más limpio, seria por eso por ser higiénico, jajaja

 

Una pequeña habitación, que comunicaba con el salón, tenía una alfombra vegetal

La cocina, desmontada

Por esta puerta de la cocina se va al jardín, y a las escaleras de subida a las habitaciones



 

Al fondo hay un cobertizo, pero está todo demasiado salvaje,  paso de arañarse más, con lo cual decido dar marcha atrás




Puerta por donde entré, vista desde dentro


Y con esto y un bizcocho nos vemos en unos días.
Hasta más ver.

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