¡Hola amig@s! Aquí de nuevo con
vosotros, para presentaros:
La casa desolada
Nos desplazamos al extrarradio en busca
de unas hierbas llamadas feuncho, para cocinar y de repente, zas en
medio del monte encontramos esto que os presentamos, y si el blog se
llama Cámara en ristre es porque siempre la llevamos con nosotras,
asi que de vuelta al coche para cogerla, comprobar las pilas y a
retratar esta casa.
Un caserón de piedra que en principio
parecía pequeño pero tenía una buena extensión de terreno
vallado.
Antes de entrar hicimos un poco de
ruido, no fuese a tener okupas, y al no ver movimiento alguno nos
acercamos a la puerta azul sacando esta foto
Confirmado no hay nadie, asi que para dentro,
accedemos por la puerta de la derecha, no podemos contaros mucho de ella, ya
que apenas se diferenciaban unas estancias de otras.
Ahora, escombros de la propia casa y escombros
traídos de fuera lo que queramos, no se para que existen los puntos limpios, si
todos hiciésemos igual, vaya mierda.
Dos vigas de la casa, mogollón de porquería,
un colchón y un taquillón reventado por su estructura, ya que el tapizado
estaba bien.
La casa es de buena piedra gallega y las vigas no
veas, como para caerte encima.
Dejamos la primera habitación y vamos para lo
que creemos que era una ¿¿¿¿¿?????
Salón, fijaos otra viga en el suelo, basura y mogollón de restos del primer
piso de la casa.
Ya en la habitación giramos 90º a la derecha y
nos encontramos con lo que en sus buenos tiempos fue una chimenea y con una puerta
hacia la parte trasera
Imposible flanquearla
La vegetación, o silveiras= ortigas, lo hace
imposible a menos que quieras salir completamente arañada y con unos picores
que ya te digo. Asi que lo único que conseguimos ver son más vigas.
Lo que se ve es lo que sería el piso de
arriba, viéndolo desde la puerta anterior
Fijaos en esta foto, tiene el portalámparas
colgado
Lo que queda de la puerta de entrada, con todo
esto, por más que miramos de verdad que no encontramos dónde estarían las
escaleras, estamos en la misma habitación de antes pero desde otro ángulo, asi
se ve mejor como eran las habitaciones.
Ahora os presentamos a un amigo que nos acompañó
en la expedición, nos sorprendió muchísimo, íbamos caminando cuando nos salió
al paso, cada vez que nos queríamos acercar retrocedía, pero vino todo el
recorrido, en busca del feuncho (Hinojo), a por la cámara de fotos y hasta el
abandono, y se quedó fuera esperándonos! Cuando salimos de la casa nos acompaño
de nuevo al coche, no ladro ni una sola vez, cosa que si hicieron los del
recorrido. Que cara de triste!
Veis como está esperándonos, nosotras aún
estamos dentro de la casa
Y palabra de honor si decimos que no es
nuestro, preguntamos a un paisano y dijo que era de la casa de enfrente a donde
nos encontramos, la verdad que nos encantó el perro.
Pero bueno a lo que estábamos, ya vamos a
salir porque poco hay que ver, cómo que poco! pero ¡que ven nuestros ojos!,
increíble si nos lo cuentan no lo creemos…
Un
contador de la luz, que flipe! Toda la casa hecha polvo, pero con un contador y
lo mejor es que marcaba:
00118!!
Mira que es la misma habitación de antes y se
nos había pasado por alto al buscar las escaleras bueno mejor lo que quedasen
de ellas.
La habitación por la que entramos, pero aquí
la vemos entera, justo antes de salir
El costado derecho de la casa
Os dejamos la dos últimas, y nos vamos con
nuestro compi, el feuncho y la cámara calentita.
Reportaje realizado el 31 enero 2012
Hasta la próxima compis!
